jueves, 28 de mayo de 2009

alma Libre.


Te fuiste y ya ves, yo sigo en pie. Me dejaste y mira, sonrío incluso más que ayer.
Te fuiste y la estrella que brillaba por mi apareció nuevamente.
Diste media vuelta y yo estoy mejor; descubri que cuento conmigo misma y que mis días son más largos sin ti.
Tengo más tiempo por vivir.
Aprendí a mirar hacia arriba sin miedo a sentirme inferior, sin temor a equivocarme, porque ¿sabes? no siempre acertaré y hoy sé que no es tan malo no intentar ser perfecta.
Entré en escena y pude reir por mí y de mí.
Aprendi a quererme un poco más y descubrí mi espacio en el mundo.
No sientas miedo por mí, mira, despues de todo la luna sigue estando ahí.
Te deseo una vida llena de risas, aunque no sea yo quien quiera vivirla a tu lado.
Descuida, no me dolió como pensabas, puedo sonreir y hoy quiero ser alguien unicamente por mi.
No hay rencores, el olvido se los llevó.
Y mi alma decidió olvidar.
No hay problema, pues hoy supe que en esta historia, yo no fui la que perdió.

Te dejo en libertad, para que puedas perdonar.

martes, 19 de mayo de 2009

Mientras Tanto.

No me escuches,
sólo mientras tanto,
olvida que yo existo.
Tal vez mañana regrese a tu vida,
quizás te quiera más que hoy,
puede que me falte tiempo para extrañarte,
pero sólo mientras tanto, recuerda que
no somos nada.

Si, quizás te haga falta,
quizás yo te necesite más de lo normal,
pero descuida, el mundo seguirá girando,
la vida continuará, sin ti y sin mí.

Los colores desaparecerán,
y tal vez en mi suelo caigan lágrimas del cielo,
creeré que no fue el momento
y querré correr hacia ti.
Sólo mientras tanto, olvida que te quiero.

Mañana volveré a tu lado,
y quizás será como si nada hubiera pasado,
el tiempo entre nosotros se detendrá,
pero el reloj seguirá avanzando.


Romperás el aire que nos separe,
y seremos los mismos nuevamente.
Claro, el sol seguirá en el cielo
las mariposas continuaran con su vuelo
y mi camino permanecerá trazado.

Si no te digo que te extraño
no es porque así sea...
Es porque quiero olvidar que te necesito a mi lado,
aunque cuando la noche se torne en dia
tu presencia inunde mis pensamientos.

Y aunque tenga miedo de perderte,
déjame olvidarte, siquiera mientras tanto.

domingo, 10 de mayo de 2009

Carta Nº 7. Carta a Dios.

Preferí esperar a que la luna se adueñara del cielo para escribirte algo, pensé que tal vez entonces me entenderías mejor.
Sé que el tiempo se me fue de las manos y que llegué a creer que un “mañana” siempre llegará.
Tal vez en un abrir y cerrar de ojos mi inocencia desapareció, haciendo que pase por alto los más bellos detalles del día a día, enterrando mis sueños en un pasado que hoy, resulta ya muy lejano.
Hoy, por primera vez, decidí hablarte de ella, para explicarte que aunque no lo demuestre, es lo mejor y lo único con lo que siempre contaré, yo sé que me entiendes.
Aún no estoy segura de qué hice para merecerla, pero no hay manera de negar que sin esa magia que ella me da, no podría seguir siendo quien soy, no lograría siquiera dar un paso más si no fuera, sobre todas las cosas, porque me brindas la fuerza para abrir los ojos y poder verla un día más.
No hay manera de describir lo que significa en mí, sin embargo, sé que lo que pretendo alcanzar no serviría de nada si su presencia no me demostrara el valor que cada mañana tiene.
Y es que, ella es más que una madre, es mi fuerza, mi soporte, mi alegría, mi paño de lágrimas, mi amiga…
Es el hombro que siempre estará para soportar mis penas, son los brazos que nunca se cansarán de brindarme calor, son los labios a los que nunca les faltará una frase perfecta de aliento, es el espacio en el que siempre habrá un lugar esperando por mí, son los ojos que no descansarán hasta verme esbozar una sonrisa, es la luz que, aunque no sea yo lo que ella siempre esperó, me iluminará en ese camino rodeado de obstáculos y tropiezos. Es quien a pesar de mis mil defectos sabrá sacar lo mejor de mí, haciendo pensar, aunque sea por un segundo, que aún encajo en alguna parte de este mundo.

Preferí esperar a que una estrella se asome en el cielo, para poder compararla con las ganas de vivir que ella me da, para hacerme sentir una vez más que soy afortunada por estar donde estoy, para ayudarme a comprender que aún nada está perdido, aunque el resto de la gente diga lo contrario. Porque es por ella que hoy creo en Ti y sé que eres Tú a quien todo se lo debo… por cruzarme en su camino, por darme la suerte de conocerla, por ayudarme a encontrar el verdadero significado del más verdadero amor, para poder saber que nunca estaré sola.
Yo sé que entiendes.
Ayúdame a que ella lo comprenda también, para que sepa que no busco causarle penas o molestias, para que sepa que la amo y que siempre será así.
Ayúdame a que, en estas letras, yo consiga decir lo que ella siempre esperó escuchar de mí. Ayúdame a hacerle entender que siempre estaré, que aunque hayan malos ratos, le agradezco por cada minuto, por cada segundo que comparte conmigo, por cada palabra que me enseña lo que nadie más consigue.
Ayúdame a que una palabra de perdón baste para borrar todos los problemas que alguna vez le cause, hazme capaz de hacerle entender que si de mí dependiera, le regalaría un mundo lleno de risas para que nunca más su rostro se inunde de lágrimas por cosas que hoy resultan intrascendentes.
Señor, ayúdame a borrar todo el dolor que pueda vivir en ella, Ayúdame a mandarlo muy lejos de su ser, para que sus miedos no puedan hallarla nuevamente jamás.Ayúdame a ser en ella lo que significa su presencia en mí. Ayúdame a que un “gracias” baste y a que un “te amo” sobre.Y a Ti, nada más que agradecerte por mandarme, más que a una madre, a un ángel.


Te amo mamá. Feliz día.

martes, 5 de mayo de 2009

Mientes y aún así quiero creerte.

Cuando creo por fin que has desaparecido,
que te mudaste de espacio
y que ya no estás aquí,
sueles aparecer sin reparos,
sin un permiso de ingreso,
sin recordar que me dejaste sin aviso.
Sueles pretender que estaré cuando se te antoje
y mi estúpida memoria me traiciona,
impidiéndome contradecirte.
Y vuelvo a quererte un poco más.
Aun cuando tu verdad no sea más que una mentira disfrazada,
te creo.


- Háblame claro
- ¿Eso es lo que quieres?
- No te he pedido nada más
-
Te extraño
-
Te pedí que seas claro, no que mintieras.
-
Pero me gusta verte sonreír

Cuando quieras, como quieras, donde quieras, yo estaré.