Preferí esperar a que la luna se adueñara del cielo para escribirte algo, pensé que tal vez entonces me entenderías mejor.
Sé que el tiempo se me fue de las manos y que llegué a creer que un “mañana” siempre llegará.
Tal vez en un abrir y cerrar de ojos mi inocencia desapareció, haciendo que pase por alto los más bellos detalles del día a día, enterrando mis sueños en un pasado que hoy, resulta ya muy lejano.
Hoy, por primera vez, decidí hablarte de ella, para explicarte que aunque no lo demuestre, es lo mejor y lo único con lo que siempre contaré, yo sé que me entiendes.
Aún no estoy segura de qué hice para merecerla, pero no hay manera de negar que sin esa magia que ella me da, no podría seguir siendo quien soy, no lograría siquiera dar un paso más si no fuera, sobre todas las cosas, porque me brindas la fuerza para abrir los ojos y poder verla un día más.
No hay manera de describir lo que significa en mí, sin embargo, sé que lo que pretendo alcanzar no serviría de nada si su presencia no me demostrara el valor que cada mañana tiene.
Y es que, ella es más que una madre, es mi fuerza, mi soporte, mi alegría, mi paño de lágrimas, mi amiga…
Es el hombro que siempre estará para soportar mis penas, son los brazos que nunca se cansarán de brindarme calor, son los labios a los que nunca les faltará una frase perfecta de aliento, es el espacio en el que siempre habrá un lugar esperando por mí, son los ojos que no descansarán hasta verme esbozar una sonrisa, es la luz que, aunque no sea yo lo que ella siempre esperó, me iluminará en ese camino rodeado de obstáculos y tropiezos. Es quien a pesar de mis mil defectos sabrá sacar lo mejor de mí, haciendo pensar, aunque sea por un segundo, que aún encajo en alguna parte de este mundo.
Preferí esperar a que una estrella se asome en el cielo, para poder compararla con las ganas de vivir que ella me da, para hacerme sentir una vez más que soy afortunada por estar donde estoy, para ayudarme a comprender que aún nada está perdido, aunque el resto de la gente diga lo contrario. Porque es por ella que hoy creo en Ti y sé que eres Tú a quien todo se lo debo… por cruzarme en su camino, por darme la suerte de conocerla, por ayudarme a encontrar el verdadero significado del más verdadero amor, para poder saber que nunca estaré sola.
Yo sé que entiendes.
Ayúdame a que ella lo comprenda también, para que sepa que no busco causarle penas o molestias, para que sepa que la amo y que siempre será así.
Ayúdame a que, en estas letras, yo consiga decir lo que ella siempre esperó escuchar de mí. Ayúdame a hacerle entender que siempre estaré, que aunque hayan malos ratos, le agradezco por cada minuto, por cada segundo que comparte conmigo, por cada palabra que me enseña lo que nadie más consigue.
Ayúdame a que una palabra de perdón baste para borrar todos los problemas que alguna vez le cause, hazme capaz de hacerle entender que si de mí dependiera, le regalaría un mundo lleno de risas para que nunca más su rostro se inunde de lágrimas por cosas que hoy resultan intrascendentes.
Señor, ayúdame a borrar todo el dolor que pueda vivir en ella, Ayúdame a mandarlo muy lejos de su ser, para que sus miedos no puedan hallarla nuevamente jamás.Ayúdame a ser en ella lo que significa su presencia en mí. Ayúdame a que un “gracias” baste y a que un “te amo” sobre.Y a Ti, nada más que agradecerte por mandarme, más que a una madre, a un ángel.
Te amo mamá. Feliz día.