sábado, 28 de marzo de 2009

Olvidé.

Me ausenté en momentos que desaparecieron, y junto a ellos nuestra historia quiso huir.
Decidí entonces quererte un poco menos, pero sabes lo frágil que soy,
sin fuerza de voluntad la memoria no me ayuda.
Pensé que podría tal vez no pensarte tan seguido,
pero descubrí que mi mente no razona como debería,
aparecías sin previo aviso por mi imaginación,

sin consultas ni reparos...

Y le robé un poco de alegría a la luna,
Le quité un poco de brillo al sol,
Para que no sepas cuánta falta tú me haces.

Y me olvidé de olvidarte,
Me olvidé de olvidar esos abrazos que fueron cobijo,
Esos besos que saciaron mi afán de querer(te),
Esa mirada que me enseñó una historia distinta.

Y recordé esas palabras que formaron parte del cuento,
Esos pasos que trazaron un camino,
Esa sonrisa que me daba felicidad,

un tanto más de lo que pedía.

Y entendí que tus alas emprendieron vuelo,
en dirección opuesta.
Opacando mi sendero, llevándote la estrella que alumbraba mi presente.
Y entendí que no me querías más.

Inmortalicé un recuerdo y te tuve conmigo para siempre,
Porque estuviste destinado a cruzarte en mi camino,
Porque aunque estemos separados, seguimos siendo Tú y yo.


Olvidé que el cuento ya termina.
Y me olvidé de olvidarte.

domingo, 22 de marzo de 2009

Sé que lo sabes.

Necesito un abrazo tuyo,
sólo un minuto más a tu lado,
sólo verte una vez más...

Alguien me mira, lo sé,
y una lejana canción me dice que eres tú.
Esos ojos no se olvidan,
ni esa sutil facilidad para hacerme sonreír.
El camino se hace más corto,
la espera cada vez es menor.

Este sabor amargo carcome mis días
sin fuerza de voluntad,
y no puedo evitar recordarte.
Este absurdo espacio te guarda un lugar
y sé que lo sabes.

Cada hora un paso más,
se ahoga la espera
y sé que te veré, otra vez.

Este juego de preguntas y respuestas
parece haber ya acabado,
yo sólo escucho,
nunca nadie me respondió "por qué".

Yo sé que sabes que,
no encuentro motivos para no pensarte,
y te recuerdo con una suave melodía
con una palabra o cualquier sonrisa.
Y tu ausencia me hace extrañarte un poco más.

Donde sea que hoy estés,
yo sé que sabes que aún vives en mí.

TE AMO GABRIEL JUANDIEGO.

No tengas miedo. Descuida, tú no estás solo.





NO importa el lugar, el sol es siempre igual (...)

Porque siempre estarán en mi, esos buenos momentos

que pasamos sin saber que un amigo es una luz brillando en la oscuridad
Siempre serás mi amigo, no importa nada más .♪

jueves, 19 de marzo de 2009

El tiempo sin ti.

Lo que no tengo, es lo que no necesito.
Si lo tuviera, seguiría siendo igual,
o tal vez no.
Tuve una niña en mí pero creció
Tuve un libro, pero se cerró.

Creé una historia, pero terminó.
El equilibrio se llevó
risas fugaces y un cuento de hadas,
el tiempo me trajo a cambio
Un árbol seco y mil mentiras.
Arrasó con la inocencia
Que la vida algun dia nos regaló.


Alquilé un disfraz,
y te imaginé en las calles,
deambulando, sin sentido.
Me imaginé descubriendo algo nuevo,
bajo tu risa feliz.


Un primer amor que siempre quise y no existió,
iusiones que aún no quieren morir.


Acéptame por lo que soy,
con defectos y pesares,
con lágrimas y palabras de más.
Quiereme por instinto,
No por obligación.


No me creas,
tal vez te mienta por temor.
Por querer creer que te olvidé.

El reloj avanza,
tu puedes esperar,
el tiempo no espera,
pasa igual,
sin ti.





lunes, 16 de marzo de 2009

CATORCE (mil) veces Gracias.

Miro al cielo y hay una luz,
Sé que no es la luna,
Es el reflejo de una lágrima
Y me dan escalofríos de pronto,
Pienso que tal vez nada es real.
Una risa suena en el ambiente,
Y a decir verdad, todo lo anterior se desvanece.
Si, existe una persona capaz de hacerme sonreír cuando el cielo está tan gris,
Una persona que con una palabra puede enseñarme
más de mil motivos para seguir queriendo vivir un día más.
Alguien que sin esfuerzos logra sacar lo mejor de mí,
dándome fuerzas para ser una mejor persona cada día.
Alguien que tal vez sin darse cuenta, complementa mi vida.
Alguien que me inspira a ser su ejemplo.
Sin ella yo no sería la misma.
Y aunque no lo note, no hay algo que no daría por verla feliz.




Hace 14 años llegaste a mi vida, no creas que me agradabas mucho.
Imagínate, tres años procurando ganarme todo el afecto de los que me rodeaban, tres años de felicidad por ser la engreída de quien se me acercara. TRES AÑOS, para que de un día a otro aparezca un diminuto ser a robarme ese espacio que tanto me había costado ganar.
Y no maldije a la cigüeñita únicamente porque la edad no significaba, en mi caso, inocencia. Obviamente yo había notado ya durante unos 8 meses como la barriga de esa señora, que tanto cariño me había dado, empezaba a crecer desmesuradamente.
Digamos que en un principio no le preste atención, te imaginarás que comía cada 2 minutos y nunca estaba satisfecha, un cambio de peso no hubiese sido (en otras circunstancias) algo para alarmarse.

Pero empezaba a preocuparme, era una hinchazón tan llamativa que no me sorprendía pensar que se hubiera tragado una sandia entera, pero por su boca no entraba, por lo que ese desconcierto no llego a mayores.
No fue hasta cuando dejaron de prestarme aquella atención sobrenatural que creía merecer que note que algo extraño sucedía en ese instante.
No fue hasta que advertí que ya no se dirigían a mí, sino a algún monstruito que seguramente estaba donde al parecer había una pelota, que decidí tomar cartas en el asunto.

¿Qué pasaba? ¿Saldría un globo de la pancita de mi mami? No, no creía que pudieran sentir tal afecto por un objeto tan común, por lo que empecé a usar mis dos orejas en lugar de mi única boca.
Si, debí sospecharlo. Llegarías a este mundo, siendo un pequeño ser indefenso.
Débil y sin nombre. De un día a otro, sin saber hablar ni caminar.

¿Qué de divertido tenia esto? Ya no era YO, éramos nosotras. No podría jugar contigo, eras tan frágil que quizás te podría romper. No sabias hablar, no podríamos conversar.
¿Qué de útil tenias?
No podría entenderlo, sino hasta ahora. Apareciste como por magia, para enseñarme a no ser el centro del universo, para enseñarme a compartir.
No me hablarías pero si me sabrías escuchar. Tal vez no me entenderías, pero nuestras miradas bastaban para entablar una conversación.
No sabrías jugar, pero para eso estaba, ¿cierto? Yo te enseñaría.
Serías mi hermana menor.
No acabarías con mi vida, no dejaría de vivir yo a los 3 años solamente por no ser la misma hija única y caprichosa.
Al contrario, yo existiría a partir de ese momento. Nacería contigo una niña un poco mayor que recién sabría lo que es vivir, al igual que tú.
Que recién aprendería a acompañar y a ser acompañada.
Recién conocería lo que es un secreto, lo que es la complicidad, lo que es una amiga, lo que significa una hermana.
Reiríamos, jugaríamos, pelearíamos de vez en cuando, pero todo seria pasajero. Siempre habría una nueva oportunidad para procurar ser más que sólo hermanas, seríamos compañeras.

Y aprendí a quererte, o me enseñaste a hacerlo.
Me ayudaste a ver todo a color, me ayudaste a ser mejor.
Ya no eres la misma niña, ya no tienes aquellos berrinches que me daban ganas de haber secuestrado a la cigüeña imaginaria, por así decirlo.
De vez en cuando eres insoportable, como negarlo. Pero a pesar de eso y de todo, te debo mi vida, porque contigo aprendí a vivirla, porque no te cambio por nada ni por nadie.
Porque nunca morirá la esperanza de querer ser un buen ejemplo, o por qué no, la mejor hermana que puedas haber querido tener.
Gracias, porque siempre estás ahí.
Con tus risas, tus palabras, tus insultos, tus miradas, tus pasos, tu voz, tu silencio, tu presencia.
¿Y qué más decirte? Eres la mejor hermana que pude tener, sin pensarlo dos veces.

Te amo, y con una seguridad que no me caracteriza te juro se que siempre será así.


Te adoro pequeña.

Feliz cumpleaños.

martes, 10 de marzo de 2009

Tu indiferencia.

Segunda Semana de universidad y no tengo tiempo para nada.
Por eso este post es un mamarracho total,
algo es algo, juro que lo escribi en menos de 5 minutos.
Discúlpenme la simplicidad. (:

__________________________________________________________________



No te olvido.
Ni te olvidan mis ganas de verte.
Te extraño.
Y te extraña también mi mirada.

No hay apuros,
Yo puedo esperar,
me lo dice a diario mi mente.
Toma tu tiempo, da igual,
Las horas y los minutos ya no tienen importancia.
Las canciones seguirán siendo las mismas
y tu espacio seguirá vacío, pendiente de tu retorno.

La soledad me hará compañía,
Mientras busques a quién querer.
A decir verdad tu recuerdo no me dejará sola,
resultó un fiel compañero.

No estoy tan mal como crees,
sigo ríendo, aún procuro ser yo.
Si no te olvido,
Es porque no quiero hacerlo.
Y si te extraño,
Es porque te quiero.
No me recuerdes que no volverás,
Mi querer puede más que tu indiferencia.

Y de vez en cuando corres de mis pensamientos,
como si mi mente se hastiara de tu imagen.
Tornaré el dia en noche,
y podré pensarte con sólo el cielo de testigo.
No es tan malo no tenerte,
Pues esta lágrima que se escapa
Es para recordar que siento,
para saber que aún sigo viva.

jueves, 5 de marzo de 2009

Media sonrisa.


Tu hablabas,
ella quería pensar que en el fondo aún te importaba,
que el atardecer no se había esfumado aún,
que seguías siendo tú,
que no había problema en pensarte.

Tú criticabas su manera de quererte,
ella solo aparentaba escucharte,
“Tengo el talento de admirar lo que no pudo ser”
Pensó mientras una lágrima de cristal caía por su rostro.
Pensó cautelosamente, ni el viento podía saberlo.
Nadie entendería su manera de disfrazar sus pesares.


La luna se asomaba, y ella pensó en pedirte perdón.
Pensamientos efímeros.
Una sonrisa rota apareció tímidamente,
Ella no conseguía completarla.


Y pensar que decías quererla.

Tú seguías hablando,
Creías que te escuchaba.
Le reclamabas inventos, ideas superficiales.
Ella pensaba en inventar culpas inexistentes.
pretendía pedirte perdón.
Ella no entendía, tú sólo gritabas.
Las estrellas empezaron a llorar.
Te cayo una suave gota,
el azul del cielo habia oscurecido el día,
Debías irte, estabas cansado, decías.
Cansado de ella, pensabas.


“Quédate” gritó por dentro
Una vez más nadie lo supo.
Sólo quedo tu espacio, prometiste llamar.
Nunca tardabas.
Ella te creyó.


Te creyó

Y te esperó como nunca imaginaste,
Y te lloro desconsoladamente,
pero esta vez el tiempo no fue a su favor.
y la fría primavera se fue,
burlándose de ella.



Tu desconfianza, su debilidad.
Desvaneciste su esperanza
con el sonido del viento.


Y volviendo a nacer,
dejó de esperar
una llamada que nunca llegó.

domingo, 1 de marzo de 2009

Promesa.

Prometo que no será perfecto,
habrá discusiones y mil veces pensaré en dejarte.
Intentaré no ser la chica ideal pues tu no serás el indicado.
Prometo quererte no más de lo necesario,
para no hastiarme de aquel sentimiento.
Sin embargo, algunas veces te odiaré.

Admito que me cansaré de ti, de tus besos,
Y pensaré en no serte fiel hasta la muerte.
Prometo que no serás Romeo, ni yo Julieta,
Pero será real.
No serás mi cielo, mi mar, ni mi todo,
Habrán mentiras ciertas veces
Y nos costará admitir errores.

Prometo no quererte eternamente,
Ni andar de tu mano a diario.
Admito que te haré llorar
Y miraré a otras personas,
Quizás no seré la única en tu vida
Y buscarás deshacerte de mí.

No pasaré por alto tus desprecios,
Ni tú te quedarás callado ante mis reproches.
Prometo no buscarte a cada hora,
Ni pensar en ti cada minuto del día.
Sé que a veces, tu presencia me resultará incomoda,
Y ambos decidiremos ponerle un final.
Pero también prometo que lo reconstruiremos.


No será un amor de novela,
Ni digno de ser admirado
Sin embargo, compartiremos,

durará hasta que tu quieras
Y será perfecto a nuestra manera.



¿Ahora me crees que te amo?