De vez en cuando su aroma se esconde en el aire que me rodea,
ciertos días su rostro aparece en mis sueños, sin que alguien se entere.
Cuando todo desaparece, mi memoria me traiciona y su recuerdo marca mis minutos.
Me vuelvo presa de su historia, y abandono mis caminos.
De vez en cuando le robo tiempo al dia, y creo detener las horas, para recordarlo sin que lo noten.
A veces suelo reir de sus bromas, huir de sus miradas fugaces.
Normalmente vivo, en otras ocasiones mi vida se pierde en la suya.
No resulta insólito leer su nombre en cualquier escrito sin sentido.
Estoy acostumbrada a querer oir sus palabras,
A inventar momentos, para no permanecer en un mismo instante mientras la realidad busca un mejor lugar.
De vez en cuando recuerdo el sonido del aire, el olor de un cigarro, la sensación de un espacio no vacio.
Y escucho sus pasos, cuando las paredes reflejan soledad.
Los fantasmas en mi cabeza murmuran frases suyas,
alguien grita mi nombre cuando mi mente se inunda de imaginación
y una sonrisa lejana me devuelve el alma al cuerpo,
esa pieza regresa al juego,
sigo con mi vida,
nadie sabe nada.
Nunca nadie sabe nada.
De vez en cuando lo extraño.